Yo había oído hablar mucho del dinero negro, pero como era yo la que vendía, y no pensaba pedirlo, pues bien, no pensaba encontrarme con él. Pero hete aquí que vienen unos compradores, y su financiera, que media entre ellos y los bancos para que les den la hipoteca, me propone que escrituremos por debajo del precio real. No un millón o dos, sino UNA PASTA. Así que he dicho que no, que se escritura por lo que se paga y punto. En consecuencia, he perdido la venta. Asombroso...