Buenas.
Como habréis notado los cooperativistas, el presidente ya no manda ni una sola de las comunicaciones, sino que son enviadas exclusivamente por la Gestora Momentum (ese que tan simpáticamente le soltó así, sin calentamiento a la chica de los Aires Acondicionados que se largara de la cooperativa), cuando la Gestora es simplemente una empresa contratada por nosotros, la Cooperativa, y que no tiene función alguna reconocida en los Estatutos. En esta cooperativa tan, pero tan extraña, la Gestora hace todo: dirige todo, echa gente, convoca las Asambleas, ....
Cada uno que saque sus consecuencias de este hecho.
Además, mientras que en el primer expediente sancionador que se inventaron, me dieron 10 días para presentar alegaciones, ahora se han inventado otro que ya os comenté, y me han dado nada menos que 60 días para alegar. ¿Por qué? El objetivo no era otro que evitar tener que convocar en la siguiente Asamblea la votación obligatoria para expulsarme. Así no tienen que dar explicaciones sobre por qué se intenta expulsar a un cooperativista por intentar promover un cambio de Junta Rectora. Han detectado tanto mansedumbrismo, tanta facilidad para engañar al personal, que lo que menos les preocupa es expulsarme o no, lo único que quieren es no tener que explicarlo y sacar todos sus puntos aprobados en la Asamblea. Saben que nadie quiere moverse. Han olido vuestro miedo, y saben que sin ser el 10% de los cooperativistas, no puedo hacer nada (todos los que se alinearon conmigo al comienzo, han acabado por abandonar educadamente la Cooperativa aduciendo problemas financieros, o cualquier otra cosa).
Simplemente poniendo el cebo de las modificaciones de cada vivienda (a las cuales se negaban en primera instancia, pero ahora han visto que pueden utilizarlas en su favor) han colado un planito que numerosos corderitos han firmado (por lo que dice en su correo sólo somos 3 los que nos negamos), y en el que viene una línea fina del contorno de lo que podría entenderse como un Aire Acondicionado en la terraza de la cocina, que quedaría abierta y casi inutilizable para nada más que almacenar cacharros. Así, contra esta manada de cooperativistas acríticos y amansados por las formas de proceder semiviolentas y milimétricamente calculadas del Consejo Rector, sólo tendrán que argumentar la memez de que eso ya está firmado, y seguro que la manada asentirá a coro.
A nadie se le ocurrirá contra argumentar que también vienen dibujadas camas, muebles de cocina, de salón, inodoros, ..., y no por ello se entregan junto con el piso, ni firmando el plano estás obligado a disponerlo todo como se refleja en el plano.
Ale, a seguir agachando las orejas.