ANÁLISIS DEL PLENO DE HOY - NOTAS IMPORTANTES
Os vais a sorprender, pero yo SÍ creo que lo que ha dicho Botella de la subsanación en agosto no es del todo una tontería.
Fijaos bien en el video. A la Sra. Botella lo que le preocupa es quitarse el muerto de encima cuanto antes y para siempre. Aunque no creo que lo haga por altruismo (sino sólo para evitar el desgaste político, el tsunami de demandas de responsabilidad patrimonial que van a caer en septiembre si por entonces no está todo solucionado, e incluso el boicot a Madrid 2020), lo cierto es que en cualquier caso su "plan" coincide con nuestros intereses.
Por eso, su solución consiste simplemente en "resucitar" el PGOU'97. En última instancia, lo que motivó el recurso del PSOE y los "ecologetas" fue que en el procedimiento de elaboración del PGOU'97 no se les escuchó. Se aprobaron las reclasificaciones sin la debida motivación y sin respetar los oportunos trámites de audiencia pública. Al final estamos hablando de una cuestión formal (porque la audiencia pública sólo significa que hay que escuchar las opiniones de los demás y después razonar las decisiones, pero por supuesto quien decide luego es la mayoría del Pleno, que para eso se les ha elegido democráticamente). En cualquier caso, los "ecologetas" consiguieron ganar el recurso en base a la omisión de ese trámite formal.
Pues bien, lo que pretende Botella es "pagarles con la misma moneda": va a aprobar exactamente lo mismo que teníamos ahora, pero justificando debidamente por qué se reclasificaron los suelos (lo cual, en el caso de Valdebebas, debe ser bastante fácil de justificar). Al final, va a demostrarles que todo su juego sucio no les ha servido para nada (bueno, ha servido para arruinar nuestras vidas y la economía madrileña, pero no para conseguir sus fines), y que un recurso meramente formal, se subsana también con un remedio meramente formal.
Por tanto, si la oposición (PSOE, IU y UPyD) aceptan saber perder y se abstienen de plantear obstáculos a la revisión del PGOU, el trabajo podría estar perfectamente acabado en verano, teniendo en cuenta que está ya casi todo hecho, y básicamente sólo hay que dar el correspondiente trámite de audiencia y redactar una buena justificación de las reclasificaciones.
En cambio, si la oposición sigue intentando en partir desde cero, del plan de 1985, e imponer su criterio a pesar de ser minoría (como parece ser el propósito del Sr. Lissavetzky), el trámite de aprobación del nuevo plan se hará eterno, y ni de broma estará en agosto.
Después de todo este rollo, os invito a volver a ver el vídeo. Veréis cómo el Sr. Lissavetzky siempre habla de exigir consenso, pero no muestra ningún interés en apoyar incondicionalmente una solución rápida del problema. De hecho se le escapa en un momento de su discurso la exigencia de volver al Madrid paralizado de Mangada y a los suelos protegidos de 1985.
Por otro lado, la Sra. Botella propone incluso algo que considero esencial y en lo que he insistido hasta la saciedad: la necesidad de que los planes urbanísticos potencialmente ilegales se aborten en su momento inicial, y no 15 años después, cuando ya hay gente afectada. Frente a ello, observad cómo el Sr. Lissavetzky protesta desde lo lejos ante tal propuesta de reforma legal, exigiendo el “derecho de cualquier ciudadano a reclamar” (aquí, por cierto, Botella se refiere claramente a los "ecolojetas" y despachos sin escrúpulos, al decir que “ese es otro tema, el de quiénes están detrás de los recursos”, dando a entender que deben establecerse ciertos requisitos para que solamente pueda recurrir un plan urbanístico aquél que esté verdaderamente afectado, y no cualquier chantajeador o esquizofrénico que se tercie).
En definitiva, que yo siempre he criticado duramente la negligencia y la pasividad del Ayto. (PP) y la Comunidad de Madrid (PP) en este tema, pero he de decir que después del ver el vídeo del Pleno de hoy, he quedado muy decepcionado con la intervención del Sr. Lissavetzky, y por ello quizás, ahora que parece que la Sra. Botella ha empezado a escucharnos (después de toda la presión recibida), debamos también vigilar muy de cerca a aquellos de quienes hasta ahora nos veníamos olvidando: la oposición. Pues son ellos, y sus grupos afines, los que pueden intentar obstaculizar la solución urgente que miles de familias necesitamos.