Sinceramente considero que por muchos carteles que colguemos, este es un problema basado fundamentalmente en la convivencia por un lado y en la educación por otro.
Impedir que niños de 8-10 años jueguen al fútbol en una urbanización cerrada en la que los padres les dejan libertad es casi imposible.
Por otro lado el vecino del bajo cuyo muro es la porteria tiene todo el dercho a quejarse de los balonazos.
La única solución la propuse hace tiempo y hubo vecinos que casi me comen. Propuse que uno de los parques infantiles se vallara y se pusieran unas pequeñas porterías para que los niños hasta 10 años o así, jugaran al fútbol. En su momemto se desestimó, pero ¿alguno conoce otra solución que contente a todos?
Las dimensiones y caratrísticas de la instalación impiden logocamente que niños de mayor edad (y por tanto más fuerza), puedan jugar en este recinto