¿Se imaginan a 200 empleados de una fábrica luchando por sus derechos laborales? Seguro que sí. Replanteemos entonces la pregunta: ¿creen que 22.000 porteros, con 22.000 jefes distintos -las comunidades de propietarios-, pueden hacer valer sus reivindicaciones? Hace 13 años que los empleados de fincas urbanas de Madrid, entre los que se encuentran los conserjes, porteros, limpiadores o jardines de los edificios residenciales, no consiguen negociar un convenio colectivo que data de enero de 2002, y que en su día fue suscrito por la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana y SITFU (Sindicato de los Porteros), hoy desaparecidos, conjuntamente con CCOO y UGT.