Que los promotores madrileños, representados por su patronal Asprima, y el BBVA organicen de forma conjunta una jornada para analizar el futuro de la financiación inmobiliaria es un claro signo de que los tiempos han cambiado para el mercado de la vivienda. Demuestra, entre otras cosas, que después de más de siete años en los que la banca no ha querido ni oír hablar de proyectos residenciales, ahora percibe que ha llegado el momento de volver a financiarlos para generar una rentabilidad que, de otra forma, no tiene fácil conseguir.