Chalés de 250 metros cuadrados, dos plantas más ático, situación y vistas inmejorables, entre Galapagar y Colmenarejo, algunos hasta con piscina individual. La urbanización Fuente Elvira, tenía todas las cartas para ganar, pero se ha convertido en un barrio fantasma a medio construir, excepto 14 viviendas habitadas por okupas. Los esqueletos de otros 50 chales se desparraman a lo largo de varias calles repletas de escombros, alcantarillas sin tapas, cristales rotos y todo tipo de basura. Porque allí nadie limpia.