Tras siete años consecutivos de subidas por encima de los dos dígitos y cuando parecía no existir barrera al meteórico ascenso de los precios de las casas en nuestro país, la tormenta comienza a amainar. Después de haber alcanzado incrementos de hasta el 17,5%, en 2003, el porcentaje más alto registrado durante todo el 'boom', según datos del Ministerio de Vivienda, y del 17,3% en 2004, en 2005 el incremento descendió hasta el 12,8%.