Leyendo algunos comentarios, algunos serían felices en cualquier pueblecito del tirol Austriaco, y además demuestran que compraron sin saber los usos de las parcelas repartidas a lo largo y ancho de Valdebebas.
¿Cerramos el Bernabeu o el Metropolitano porque molestan las 80.000 personas que cada 15 días (o menos) colapsan la zona?
¿Prohibimos la Navidad, Semana Santa o la cabalgata de Reyes porque se corta media almendra central y se colapsa el tráfico?
Los que se quejan del ruido que generará el MadCool no vais a los bares? Cuando os sentáis en las terrazas no habláis? Nunca habéis ido a un concierto?
Como hay mucha aglomeración de gente y se genera suciedad, ¿prohibimos las decenas maratones que cada año se celebran por todo Madrid? ¿Prohibimos las corridas de Toros?¿El desfile del Orgullo?¿El día de las Fuerzas Armadas o las celebraciones del día de la Hispanidad? ¿Eliminamos el derecho a manifestación? ¿Prohibimos la Feria del Libro porque la gente machaca los jardines del parque del Retiro?
Podría seguir un rato más, pero creo que no es necesario.
Hay que ver esto como la punta del iceberg de lo que está por venir. A falta de nuestro proyecto estrella, que es la Ciudad de la Justicia, el conjunto de la ampliación de IFEMA ha de ser el impulso (y la excusa) necesarios para la llegada del metro o metro ligero,la creación de nuevos accesos a las autovías que nos rodean y la mejora en la prestación de servicios tan esenciales como la limpieza o la jardinería. Por ello el MadCool 2018 es una gran oportunidad para empezar a poener de manifiesto en redes sociales las carencias en transporte público y privado de nuestro barrio, y es que un cambio de ubicación del festival siempre genera críticas, máxime si alguien te dice que no va a ser fácil llegar con el coche, que no hay metro, que el cercanías pasa cada mucho tiempo… Una mala publicidad es lo último que necesitan los organizadores del MadCool, así que por la parte que les toca presionarán a quien tengan que presionar si ven que se genera “alarma” porque es difícil llegar a “su festival”.
En la parte privada, todo lo que está previsto en la ampliación del IFEMA supondrá la llegada de nuevas opciones de ocio, restauración y tiendas de todo tipo, así como un efecto llamada para el resto de empresas (hoteles incluidos) que comenzarán a llenar los terrenos de la zona terciaria de Valdebebas.
Valdebebas no es un barrio dormitorio más. Quien compró sabía que habría muchas oficinas, uno de los mayores centros comerciales de Europa (ahora desaparecido), Ciudad de la Justicia, Ciudad deportiva del Madrid (con su propio parque temático), ampliación de IFEMA… por lo que dificilmente se podría comparar a La Moraleja o cualquier otro barrio sin industria o zona de oficinas.
Cuando esté todo construido al 100% tendremos mucho ruido, mucho tráfico y mucho movimiento de gente, pero como ese es el barrio que me vendieron y en el que yo elegí vivir, seguiré estando encantado con sus zonas verdes, sus amplias avenidas, su trazado, su ubicación y la calidad arquitectónica de sus edificios.