Buenos días a todos:

Con el tema de los niños, anda ya. Mucha preocupación de boquilla. Hay gente que les saca al parque, a que desfoguen, pero hay un montón de niños en las casas durante el tiempo normal dopados con las nuevas tecnologías, les dan la consola y a entretenerse. Así están. El otro dia vi una película española Malasaña 32 creo que se llamaba y estaba ambientada en Madrid en el siglo pasado, y creo que en los 60 y los protagonistas se compran un piso en el centro de Madrid y la madre le decía al niño, “no tires la peonza dentro” y no paraba de repetírselo y pensé, otra época. Ahora los niños tienen que tirar todo al suelo y clavar los talones y cualquier cosa porque son niños. ¿Dónde están los límites? Todo vale. Y cuándo ahora anuncian que los niños van a salir mañana, yo pienso, este pobre de arriba vive en confinamiento permanente, excepto cuando va al colegio. El resto del tiempo ahí está. Y uno puede pensar es que es porque la madre y el padre trabajan, etccc. Aquí la tipa no trabaja ni teletrabaja y el niño al que ya oigo con los cascos puestos lleva toda la infancia confinado. Y además creo que no será el único.

Hoy echo de menos mi anterior casa, que estaba muy vieja, pero los sábados cuando estaba muy cansada como hoy, me quedaba tumbada en mi cuarto, me metía la tele en la habitación y me pasaba el día descansando. Aquí inviable. Que m de tropa. 

Y yo también pregunté a un abogado y me dijeron que esto era muy difícil y luego prepara el dinero para pagar y que tarde mil años y además sin garantías y se pasa la vida.

A ver cuando la situación se diluya un poco como va el tema inmobiliario. Y es lo que digo, si teletrabajara siempre, desde luego una casa con jardín sin vecinos contiguos como una chica que vivía en mi calle que se ha ido a vivir a la sierra a una casa con jardín y dice que los vecinos de alrededor son muy amables. Sino pues por ensayo y error, porque no salir de un sitio para meterte en otro peor.

Pensar que hay opciones porque de verdad que en este tema yo no las acabo de ver.

Yo también procuro no coincidir con los vecinos, estando pendiente por la ventana si llega alguien al edificio, que a pesar de ser solo 5 viviendas habitadas, en 3 de ellas vivimos solo una persona, parece que viven 40, porque el ascensor se lleva todo el día subiendo y bajando.Tengo tanta rabia acumulada que no sé cómo voy a reaccionar al cruzármelos, pero el instinto me obliga a ser educado y decir hola casi de forma inconsciente y luego me siento imbécil, aunque ya no saludo al cretino del vecino, aunque a ella sí porque alguna vez ha salido de ella, supongo que le saldría incoscientemente al no esperarse encontrarse conmigo. De otra forma me miran como si fuera un apestado con arrogancia. Y ahora con el confinamiento se junta el hambre con las ganas de comer. Maldita la hora que compre este piso, y encima de VPO. Las paredes son de cartón, parece que todos vivimos en la misma casa separados por mamparas.

Buenas noches:

Si que pasa que desde si desde el principio eres agradable, nunca protestas y vas con buen talante por la vida, como un día te manifiestes, eso se puede volver contra uno.

Sobre todo si uno tiene ya una imagen de amable y educado, discreto, etc…..Entonces, como un día te salgas del guión, se produce una reacción, que hacen caer sobre ti toda la porquería que llevan dentro. Es curioso.

Ahora este tema del ruido en tu casa es un coñazo. Yo ahora que estoy escuchando también al pariente, que desde ayer debe de estar confinado, haciendo bricolaje. Qué ganas tengo de quitármeles de encima. Tanto si trabajo en casa como si no trabajo en casa. A veces estoy muy cansada el fin de semana y me apetece estar tranquila. Y lo consigo con cascos todo el día. Observo cuando salen para no coincidir con ellos, que me dan repelús. Por lo menos si está el tipo, parece que ella no le da tanto a al movimiento de mobiliario. No pensé que había este tipo de mujer. Todo el día limpiando y moviendo muebles en el siglo xxi y relativamente joven. Sólo vivir para limpiar y cocinar. Y si con esto fuera feliz, pero esta “revenía” y eso lo transmite todo el tiempo. 

En fin gracias por estar ahí. A mi me consuela poder acudir a este foro. 

A mi me da un poco de miedo tomar una actitud vengativa. Hay gente mala sin escrúpulos que no dudan en manipular para hacerte quedar como el vecino molesto, a pesar de que ellos hacen todo tipo de atrocidades.Yo nunca hago ruidos, pongo la tele tan bajo que casi ni me entero y camino con cuidado, levantando las sillas en vez de arrastrarlas, pero basta que un día me de por ser molesto para que tenga a todo el edificio llamando a mi puerta. No vale hacerse el malo de la noche a la mañana. La gente te respeta si eres malo desde el principio.

A una charla que fui de una señora que está muy metida en el tema del Feng Shui tocó el tema de la gente que mueve mucho los muebles y aunque habla bastante bien castellano es de Taiwan y a su modo dijo que la gente que mueve constantemente los muebles tenía que hacerse mirar la cabeza. Yo dije, mira no soy la única. Y mañana veremos porque me han pedido que trabaje por la mañana y ya verás. Como me toquen mucho las narices a la policía no, pero a la administradora si porque por la mañana hay mucho trabajo y con el trabajo no puedo jugar. Qué historia. Con lo bien que se está cuando no están, cuando no hay zancadas, es como que se está en otra dimensión, la personal y así se puede pensar mejor, y con otro ánimo. Esto lo peor es que chupa mucha energía. Es agotador.

Totalmente de acuerdo con Horizonte74 y con Martuchi, yo he desarrollado un transtorno obsesivo compulsivo.Se lo que va a pasar en cada momento y me saca de mi historia. En Enero me cambiaron (yo quería cambiar también) de edificio en mi trabajo. En el anterior, había un poco de jardín y cuándo empezaba a las 19 horas el riego automático me daba un yuyu. En el actual no lo percibo y además he estado poco tiempo.  Y esto es porque tienen en esa especie de terraza que da a mi patio, los tengo pero bien cerca, han instalado el riego automático. Es muy desagradable porque no solo se oyen las bajantes del baño, la cisterna, la cocina, etc….en el salón, sino que también se escucha pero bien el riego automático y en este caso por toda la casa. Este es un ejemplo. La tipa lleva flequillo y fijaos hasta que punto, mi madre llevaba flequillo y yo era devoción por mi madre. Ahora veo un flequillo y lo generalizo a la tipa me espanta. Las bicis, que estos ya dije que no salen y cuando salen es a sentarse una hora, no vaya a ser que ir a un parque o a la montaña o a la piscina, o lo que sea, les vaya a herniar, la primavera pasada les dió por salir con las bicis. El, ella y la criatura. En vez de sentarse algún sábado o domingo. El primero que salía del portal, del que cuesta salir aunque sea andando porque tiene una puerta un tanto dura y pesada, era el tipo, después el niño y después la parienta y ella cayéndose porque no ha debido de montar mucho en su vida, me daba verguenza ajena. Ahora las bicis también las generalizo. Una bici ellos. Y suma y sigue. Cualquier cosa que me recuerde a ellos me da repelús.  Incluso la música, que nunca fueron de música, debe ser el niño que pone alguna vea alguna cosa, y aunque sea una canción que me guste ya no la quiero volver a escuchar. Cualquier cosa de ellos me da asco. Anticipo, ya se levantan, ya se acuestan , ya lo sea. Y lo peor es que cualquier estímulo que asocie a ellos lo generalizo. Aunque no voy a gritar y dar palos, ni nada, ahora tengo abierta la ventana del salón que da a su cocina y una película en inglés a toda hostia. Y lo que también he percibido que no les gusta, por ejemplo, es cuando a las 8 ponen los del hotel el himno nacional y aplauden, en vez de salir a la terraza esa a la que traen a peña también a discutir sobre si el cava o el champagne (he odio este mismo discurso muchísimas veces) ahora no salen. Les voy a poner el himno nacional a toda hostia. y en bucle si descubro como hacerlo (jajajjajaja), seguro que como hacen cada día cada vez que suena, como las ratas se meten. Ojú  que peña. Yo en mi vida hubiera pensado que esto me hubiera pasado. 

LLega un momento en el que este tormento se convierte en trastorno obsesivo compulsivo. Antes de que lleguen ya estoy pensando en el portazo que van a dar, en las cosas que van a caer al suelo, los cajones chirriantes que van a abrir. Anticipo todo lo que va a pasar. A veces cualquier ruido lo asocio con ellos, aunque sea en mi casa o venga de la calle. Y cuando los empiezo a escuchar hablar, parece como si mis oidos obtuvieran poderes y sintonizaran todo lo que dicen, cada vez en un tono de voz más fuerte. En ese momento pierdo el hilo de lo que estoy viendo en la tele y me largo del salón mosqueado. Me se de memoria cuando llegan con el coche, cuando vienen del gimnasio, de sacar al parro, el dia que no trabajan. Esto no me había pasado antes con nadie. Incluso si veo un coche por la calle igual lo asocio a ellos. 

Yo también estoy todo el día con los auriculares y música alta  y aún asi oigo los golpes.  El otro día puse la campana extractora como seis horas seguidas y debe ser que los salvajes estos lo oyen y les molesta porque se pillaron un rebote tremendo. Se vengaron dando unos golpes que temblaba no solo mi techo también mi suelo. Solo paran un poco cuando nos oyen decir que vamos a llamar a la policia. Segura70, también pienso que este tipo de gente tiene algún problema mental porque si no no tiene explicación. Desde que se levantan hasta que se acuestan con la fijación de dar golpes y más golpes para molestar. Son gente joven pero deben estar muy amargados. Ya nos queda poco para irnos y cuando no estemos su vida se va a quedar vacía jaja, no van a saber en qué dedicar todas las horas del día.

A mi me cuesta no hacerlo, después de que un lunes a las 8 de la mañana que empiezan los gritos a criatura con la mochila (no hay que ser Einstein para dejar preparadas las cosas la noche anterior) empecé a darles con el palo en el techo que no había fin, a gritar de todo y ya digo, me va a dar un infarto, porque además estaba ya quemada del fin de semana, y salí a la calle y ellos los dos bajaban la escalera, con las patadas que dan y me di la vuelta y les dije, venga dad patadas que dais pocas y luego en la puerta del edificio ya en la calle les dije de todo. Y me prometí a mi misma que nunca más les diría absolutamente nada. No por ellos sino por mi. Porque me quedé fatal. Ahora me entran ganas cada dos por tres y me contengo porque pienso, que en el fondo quieren llamar la atención. La gente que actúa así para mi que es porque tienen público. y digo, no les vuelvo a dar el gusto. Pienso que si no tuvieran a nadie que les escuchara igual no hacían ni la mitad de ruido de la que hacen. Es una hipótesis. Yo creo que son histéricos. Y la histeria se nutre de espectadores. Eso es lo que me digo para no explotar. Tienen vidas tan miserables que necesitan llamar la atención para sentirse vivos. Pues que se sientan vivos en otro sitio, pero no porque yo sea la audiencia. Es para decir, al teatro, teatreros.