Ser los líderes del atractivo ranking de ventas de viviendas extranjeros también tiene su riesgos. Sobre todo si se produce una nueva burbuja y pincha. Impagos, morosidad, inmuebles abandonados, caídas de precios, etc, el escenario lamentablemente no es desconocido para Alicante, que a partir de 2008 y hasta finales de 2013 experimentó algo similar. Fueron las consecuencias de los años del exceso urbanístico. Ahora, una vez pasada la etapa de plomo del ladrillo, se ha dado la vuelta a la situación: el sector va cogiendo velocidad, con nuevos proyectos, mayores precios y una demanda que poco a poco vuelve, sobre todo la extranjera.