Las cosas podrían haber sido muy distintas de haber sabido que se avecinaba el pinchazo de una burbuja con consecuencias devastadoras. A falta de una bola de cristal, el big data podría haber minimizado en algo el impacto de la brutal crisis, al ser capaz de anticiparse a los síntomas hasta en un año. "Con el big data se podría haber previsto la burbuja inmobiliaria, al igual que la revalorización de suelos en la costa", cree Enrique Martínez-Laguna, vicepresidente de CBRE España. Por supuesto, con todas las cautelas, ya que como dice Emilio Portes, director de Portfolio Advisory de JLL, "estamos hablando de una crisis a nivel mundial donde afectaron múltiples factores macroeconómicos y de mercado".