La situación de emergencia sanitaria por el coronavirus ha obligado al Ayuntamiento de Barcelona a tomar medidas extremas. De cara al año próximo se prevé congelar todos los tributos municipales, excepto la tasa de terrazas, que mantendría la rebaja del 75%. Desde el Consistorio se calcula que la decisión supondrá entre 60 y 70 millones de euros menos de ingresos respecto a los inicialmente previstos para este 2020. Los concejales de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interno y Hacienda, Montserrat Ballarín; y de Presupuestos y Presidencia, Jordi Martí, han indicado que la situación por la emergencia sanitaria provoca esta disminución de ingresos, a lo que se debe sumar la exención del precio público de recogida de residuos comerciales y la caída de la recaudación en otros ámbitos, como las áreas verde y azul de estacionamiento.