Las herencias tienen una cara oculta, la de las deudas. Heredar no siempre es sinónimo de ganancia; “en ocasiones puede convertirse en un auténtico problema”, advierte el portal inmobiliario Fotocasa. “Sobre todo, porque una vez que el heredero la acepta se coloca en la misma posición jurídica en la que se encontraba la persona fallecida. Es decir, no solo heredará los bienes, también tendrá que hacer frente a las deudas (cuotas hipotecarias, de la comunidad de propietarios, etc.), respondiendo ante ellas con su propio patrimonio”, explica. Esto es aplicable a viviendas que aún tengan cuotas hipotecarias pendientes y a avales de padres a hijos para comprar una vivienda y que podrían comprometer todos los bienes presentes y futuros de los hermanos herederos. No obstante, hay vías para esquivar estos problemas.